La línea negra en el mapa está más larga. Está llegando al final y las cosas que han ocurrido en el pasado, más al norte, están empezando a confundirse. “No, no recuerdo esa comida” se vuelve “No, no recuerdo ese pueblo” que se vuelve “Nosotros estuvimos en Guatemala?!?” La línea negra sobre Chile no es la excepción. Para ser sinceros, me es difícil recordar lo que pasó.

Signs of life in the southern Atacama. Photo by Nate

Signs of life in the southern Atacama. Photo by Nate

Estábamos al sur del desierto de Atacama (sí, TODAVIA EN EL DESIERTO) cuando fuimos a explorar el cielo nocturno. V encontró algunos observatorios que aceptan visitantes. El primero, La Silla, tenía instalaciones impresionantes. Ahí los científicos están buscando nuevas galaxias, vida y los orígenes del universo. Su trabajo hace que mi búsqueda de ese ruido extraño en el eje trasero del van se vea como juego niños. Sin embargo, dudo que el descubrimiento de visa extraterrestre termine un viaje por la carretera, como lo haría un mal rodamiento.

Off to La Silla Observatory.  Photo by V.

Off to La Silla Observatory. Photo by V.

Cosmo the cosmonaut at La Silla observatory.  Photo by V.

Cosmo the cosmonaut at La Silla observatory. Photo by V.

Cuckoo clock on the left, super accurate clock of science on the right at La Silla observatory.  Photo by Nate

Cuckoo clock on the left, super accurate clock of science on the right at La Silla observatory. Photo by Nate

El segundo observatorio estaba más al sur, donde algunas plantas finalmente empezaron a emerger del desierto: acacia, cactus, hierbas. Llegamos a un pequeño pueblo llamado Combarbalá, un lugar agradable con gente amable y feliz de ver visitantes. Fuerte contraste con la música de Warren Zevon que sonaba cuando llegamos. El observatorio está ubicado en un monte cerca del pueblo. No tan grande como La Silla, Cruz del Sur tiene telescopios que los visitantes pueden utilizar. Júpiter y la luna se veían hermosos. Aprendimos acerca de las constelaciones desde la mirada de los Mapuche y los Quechua, que vieron huellas de pájaros (que los europeos vieron como cruces, como la Cruz del Sur) que se posan a las laderas de un gran río (la Vía Láctea), y un poncho enorme con tres estrellas en la mitad (donde va la cabeza) que otros vieron como Orión.

La luna through a telescope at Cruz del Sur Observatory.

La luna through a telescope at Cruz del Sur Observatory.

Bajando por la costa, acercándonos a Santiago, nos quedamos en Concón, un pueblo de surfeadores. Entre restaurantes de empanadas, chuzos de churros, almacenes de surf y tiendas de artesanías, encontramos un parqueadero donde pasar la noche. Vallas de Nestlé y Lays anunciaban la frontera entre las olas y la arena. El corte estaba alineado con docenas de puntos de neopreno – gente en paddleboards a la izquierda, surfeadores en el centro y una legión de boogie boarders en el frente, como un ejército antiguo listo para la batalla. Los oponentes? Los viajeros con cámara colgada y cerveza en la mano como yo.

The wave riders of Concon, Chile.  Photo by Nate.

The wave riders of Concon, Chile. Photo by Nate.

Al sur de Concón está Valparaíso, una ciudad interesante donde las casas con techos de metal cuelgan de empinadas cumbres y calles que suben como parras por barrios oxidados. Vimos una exhibición de arte local y jugamos en el parque antes de ir a un café. Pasamos por murales, esculturas, graffitis, músicos callejeros, bailarines, mientras el olor a orina estaba en el aire. Es, al fin y al cabo, un pueblo rufián. Si tuviera que resumir mi día en tres palabras diría óxido, arte y pipí. A V y mi nos gustó mucho.

Talking with artists in colorful Valparaiso.  Photo by Nate.

Talking with artists in colorful Valparaiso. Photo by Nate.

Murals on the streets of Valparaiso.  Photo by Amelia

Murals on the streets of Valparaiso. Photo by Amelia

A little roughhousing to get the wiggles out.  Photo by V.

A little roughhousing to get the wiggles out. Photo by V.

Valparaiso, Chile.  Photo by Nate.

Valparaiso, Chile. Photo by Nate.

No lejos de ahí en Viña del Mar nos encontramos con una buena amiga. Carolyn, que vive en Seattle con su familia, estaba en Chile y ella y sus amigos nos invitaron a comer. Sus amigos nos invitaron también a un viñedo local donde uno de ellos trabaja. Al otro día los seguimos a un valle lleno de uvas cerca de Casablanca. El viñedo Emiliana fue sorprendente para este viajero con su mente en conservación. Para ellos “orgánico” es mas que una simple palabra y de verdad parece que incorporan responsabilidad social en su negocio. Una buena parte de la propiedad la han dejado en estado natural para que las plantas y animales locales conserven su hábitat. Cada trabajador recibe un espacio en el jardín para que cultive lo que quiera. Las ganancias de la venta de miel y aceite de oliva es para los trabajadores. Hasta tienen pollos que controlan enfermedades de las plantas. Extraordinario! Y el vino, también!

Wine tasting with friends at Emiliana Winery near Casablanca.  Photo by Nate

Wine tasting with friends at Emiliana Winery near Casablanca. Photo by Nate

De Casablanca, el camino es corto para llegar a Isla Negra donde fuimos a honrar a Pablo Neruda visitando su casa y su tumba. Además de una frase que tenía colgada en mi cubículo durante muchos años, no sé mucho de la obra de Neruda.

“Dadme el silencio, el agua, la esperanza.
Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.”

Sin embargo, él influyó algunos de mis autores favoritos. Abbey por ejemplo. En todo caso, disfrutamos mucho nuestra visita a su casa. Se puede ver lo mucho que el poeta la quiso y cómo la llenó de lo que yo imagino fueron sus excentricidades y vivacidades.

Pablo Neruda's home by the sea.  Photo by Nate

Pablo Neruda’s home by the sea. Photo by Nate

La tierra seca lentamente empezó a convertirse en viñedos, sembrados y fincas en Talca y Los Angeles. Eventualmente se volvió bosque de verdad cuando cruzamos el río Bio Bio. Aunque gran parte del bosque al lado de la autopista se ha cortado para sembrar eucalipto (esas cosas horribles que se roban toda el agua) cuando uno se mete por las carreteritas vecinales hacia los Andes se encuentra con araucarias, coigües y alerces.

Monky Puzzle tree!  Photo by Nate

Monky Puzzle tree! Photo by Nate

Taking in the scenery at Tolhuaca National Park. Photo by V.

Taking in the scenery at Tolhuaca National Park. Photo by V.

A beautiful old Coihue tree in Tolhuaca.  Photo by Nate

A beautiful old Coihue tree in Tolhuaca. Photo by Nate

Volcan Llaima in Conguillio National Park.  Photo by Nate

Volcan Llaima in Conguillio National Park. Photo by Nate

Visitamos los bosques hermosos del Parque Nacional de Tolhuaca (o lo que queda de él despues de un incendio causado por humanos), y el paisaje volcánico del Parque Nacional Conguillío. Una caminata por la montaña nos llevó a un mirador donde nos saludó el primer cóndor que hemos visto en el viaje. Hizo cuán demostración dando vueltas sobre nosotros y elevándose más y más en el cielo. Una señal de buena suerte tal vez? O tal vez un signo de los cambios que vendrían. Porque fue en esta área cuando finalmente ocurrió. La habíamos estado evitando desde que salimos de casa, aunque sabíamos que íbamos a tener que afrontarla en algún momento. La primera lluvia de la temporada había llegado y después de 10 meses de verano, el otoño finalmente nos encontró. Hora de sacar las cobijas. Vamos a Patagonia.

Morning mist after a night of rain.  Autumn is here.  Photo by Nate

Morning mist after a night of rain. Autumn is here. Photo by Nate

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Comments
  • alvaro
    Reply

    Hola Nate. Por tus fotos, videos, relatas, “dibujos”,descripciones y narraciones…, podemos fácilmente entender y visualizar claramente a un Chile que, como muchos erradamente lo pudiéramos describir, no es sólo un largooooo territorio enmarcado por una cadena interminable, de altos, altísimos, inalcansables picos, nevados y volcanes… componentes de la magestuosa Cordillera de los Andes. Es Chile también, el dueño, poseedor e incluso, políticamente señalado como el país, depredador de sus hermanos Perú y Bolivia, al apropiarse por el poder de la fuerza, de un amplísimo y rico territorio, que lejos de ser un lánguido e inóspito desierto, sin atractivo distinto a su naturaleza de piedras, rocas, cactus, sol, arena y en fin muerte y desolación… es poseedor de una inconmensurable riqueza que descansa en las minas de cobre y otros minerales, así como las de sal y todos sus elementos físico-químicos componentes de también gran potencial, como el litio pej, entre otros, que expertos en la materia, bien lo saben, tienen una enorme riqueza, aún inexplotada para beneficio de toda la humanidad.
    No de poca monta es el aporte científico-tecnológico que Chile con sus enormes Observatorios Astronómicos, que ustedes muy coloquial y descriptivamente nos “muestran” acá en el blog, con sus visitas, fotos, descripciones…etc. Qué decir de sus ciudades costeras y “mediterranéas”-. si las hay, llenas de historia, conocimiento y magestuosidad. Su extensa y rica zona Costera, propietaria de la afamada gastronomía a base de productos de mar. En fin, ya saboreamos el Norte y el Centro, de ese precioso país Chileno, quedamos en espera de lo que sin duda´, ustedes nos sabrán regalar acerca del inimaginable Sur de Chile, con la Patagonia, como su principal actor….

    saludos abrazos y mil gracias por enseñarnos tanto….

    PapichuMamichu .

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