Mientras Mami y Nate continuaron hacia Medellín, Amelia y Benjamín volamos. Queríamos un poco de relajación. Después de un vuelo de unas horas durante las cuales vimos programas de TV y jugamos video juegos en los computadores de los asientos, aterrizamos y ahí estaban Abuelita, Abuelito y los tres tíos esperándonos! Saludamos a todos y fuimos al restaurante que siempre vamos cuando llegamos a Medellín. Hablamos sobre cómo estaban los familiares, cómo iba el viaje. Después de la comida, nos fuimos para la casa de Abuelita y Abuelito y saludamos a Yarnes.
En los días siguientes, Amelia y yo relaxiamos. Vimos Netflix, hablamos con Rita, la lora de la casa, y fuimos a las casas de los tíos. Fue muy bueno tener Internet rápido y de confianza.
Ese fin de semana nuestros primos de La Ceja nos invitaron al Parque Norte, un parque de diversiones en Medellín. En mi opinión personal, hicieron lo mínimo posible para hacer el parque seguro y operacional. No me gustan las montañas rusas pero ésta (a primera vista) no se ve muy miedosa. Pues el horrible claqueteo y chirrido combinado con la pequeña pero rápida bajada la hizo asustadora. Además de eso, el Barco del Parque Jurásico, aunque tenía buenos robots, todavía tenía los sobrantes del Tour en Barco Safari. De pronto mi atracción favorita fue los Karts. Pequeños, con diminutos chasises y motor de gasolina, corrían alrededor de la pista a 24-48 km por hora. Fue excelente, con una parte larga de la pista donde uno va 18 metros antes de voltear en una curva cerrada. Valió mucho la pena.
Luego fuimos con los primos a La Ceja, donde viven muchos de nuestros familiares. Saludamos a todos los perros y a Lola, la lora agresiva que vive allá. Caminamos por el campo mientras los perros corrían entre los pies en los peores momentos, como cuando estás tratando de no caerte al escalar una piedra mojada al lado de una cascada.
De regreso en Medellín, volvimos a la misma rutina de dormir hasta tarde, ver Netflix, etc., con descansos para ir a las casas de los tíos. Mi primo Pablo también me invitó a ver su nuevo computador para juegos, que es una maravilla a contemplar. No voy a incluir aquí todas las especificaciones, pero ya tengo un modelo para cuando pueda comprarme uno.
El segundo fin de semana hubo una reunión familiar en la casa del Tío Mauri y la Tía Mariza. El mismo día mi Tío Esteban me invitó a jugar juegos de rol con sus amigos. Y Pablo me invitó a su casa, también visité a unos amigos que conocí en quiero chat online. Estuve muy ocupado.
Primero jugué juegos de video, especialmente uno con un monstruo cazador y muchas muertes sangrientas con espada (decapitaciones, cortadas a la mitad o en diagonal, brazos y piernas cortadas), además de otro juego también con muertes sangrientas, pero esta vez con pistolas y un cuchillo de tres filos, una sierra y un gancho, que fueron útiles para cortar la cabeza de las personas y tirarlas 9 metros abajo. En todo caso ambos fueron muy divertidos.
Después de unas horas, fue a la casa del Tío Mauri. Cuando llegamos, dimos hola a todos y a los perros. Ahi, jugamos chucha de caminate, frisbee, y otros juegos mientras comiendo cositas. Cuando empeso a oscurecer, mi primo y yo jugamos con palos como espadas, tratando de darle al otro mientras protegiéndote. La hora vino, de repente, cuando el Tío Esteban y yo nos fuimos para jugar juegos de rol. Jugamos desde las 8 asta las 11, y fue muy divertido.
El próximo fin de semana, me enfermé. Nos fuimos a comer hamburguesas, y me sentí bien cuando nos fuimos. Pero cuando llegamos, me sentí horrible. Después de vomitar un poco, nos fuimos. Estuve enfermo una buena parte de la semana. También ese fin de semana, llegaron Mami y Nate! Fue muy bueno verlos. Amelia y yo empezamos a hacer tareas, porque necesitábamos terminar para un día específico. También fuimos a una cosa que se llama una Novena, donde se reza y canta sobre Jesús. No es mi cosa favorita porque se repite mucho, pero el resto, por ejemplo ver a la familia, me gustó.
También ese fin de semana, fui a la segunda ronda de juegos de rol y comí pizza. Tío Esteban me invitó a una tercera sesión, ésta llamada Shadowrun. Necesitaba hacer un personaje para el próximo fin de semana, pero estaba haciendo tareas y dejando el personaje para lo último, entonces lo terminamos en la casa donde estábamos jugando. Jugamos unas horas, y después nos fuimos a ver la nueva película de Star Wars! En mi opinión personal, fue buena pero siguió la historia de A New Hope un poco mucho.
Pasamos navidad en La Ceja. Diferente a lo que hacemos en EE.UU., nos dimos regalos en la noche de navidad. Fue un manicomio, pero uno bueno. Los primos y tíos nos tiramos bolas de papel, mientras las tías trataban de pararnos sin mucho éxito. Todos hablaban duro y al mismo tiempo. Había dos Santas distintos, uno entregando regalos y el otro gritando ‘HO, HO, HO’. Pasamos muy bueno y finalmente nos acostamos a las 3:00 de la mañana. Fue también la promoción de invierno de Steam y por supuesto compré algunos juegos.
Cuando me desperté, fui a la casa de mi prima Vero donde Nico, mi primo tercero, había recibido un juego de arco y flechas. Tíos Esteban y Santi, Nico y yo hicimos una competencia y después bajé a ayudar a hacer una fogata.
Como todos estaban en vacaciones, fuimos al nuevo terreno del tío Carlos que compró con su primo Mauro. Nos demoramos extremadamente mucho tiempo en llegar! La fila del metro cable estuvo impresionantemente larga. Pro cuando por fin llegamos, pasamos una muy buena tarde.
La noche del Año Nuevo llegó y fue como la locura de navidad, pero un poco más pequeña, con menos gente. Una de las tradiciones es quemar un muñequito viejo por el año viejo. Quemamos dos. El más feo quemó muy bien, pero el mejorcito estaba relleno sobre todo de fibras sintéticas entonces necesitamos más mezcal para quemarlo.
Al día siguiente, era hora de irnos de Medellín. Nos montamos en Cosmo, nos despedimos y salimos; pero el turbo dejó de funcionar. En pocas palabras, el turbo estaba bien, pero tuvimos que limpiar unos filtros y retrasar el viaje unos días. En todo caso hubo que decir adiós familia, adiós Medellín, y gracias!
Como salimos de Medellín un poco tarde, tuvimos que acelerar para llegar a Pasto porque los dos días más importantes del Carnaval de Blancos y Negros eran el 5 y 6 de enero. Después de dos días manejando 10 horas cada uno y de una llanta chuzada, llegamos a Pasto y nos reunimos con Tío Esteban, Sara y su familia.
De ida hacia la Plaza Nariño, compramos gafas porque la mayoría de la gente estaba disparando espuma o tirando harina. Amelia y yo decidimos que había que unirnos a la batalla. Armados con latas de espuma, le tiramos a todo el que tuviera una lata, y ellos a nosotros. Fue excelente!
De Pasto fuimos a la Laguna de La Cocha y luego a Laguna Verde, donde acampamos con Tío Esteban y Sara. Caminamos tres horas por un sendero hasta llegar a la laguna. Como es un lago volcánico, apestaba a azufre.
Finalmente había llegado el momento de despedirnos de Colombia. Nos quedamos una noche más en Ipiales, en la frontera, y les dijimos adiós a Tío Esteban, Sara y a Colombia!
Hola Benjamin y GRUPO TANGLETOWN 4, todo.
Con el relato de Benjamín sobre el paso por Medellín y Colombia: Apartir de los destinos Cartagena -Medellín en avión por B-A y en Cosmo por V -N y finalmente la terminación en Pasto, Sur del País y alrededores, antes de avandonarlo definitivamente, con destino al Ecuador. El lector queda totalmente informado, “viviendo”en pocas y precisas palabras, cada detalle de la estadía y el estado de ánimo que acompañó al GRUPO y a cada uno de sus integrantes en la visita a su enorme familia Colombiana, a su país, su ciudad, sus costumbres, sus gentes, sus festividades…sus creencias y no creencias y en general aprendiendo y contagíandose de su rica e inmensa cultura.
Muy bien B, felicitaciones por tu excelente producción y mil gracias al GRUPO, por habernos dado la oportunidad a todos nosotros, de compartir con ustedes en vivo y en directo todas esas gratas, duras, simpáticas… y mucho más, experiencias con que se enriquece día a día la historia de TANGLETOWN 4.
Un abrazo para todos y continúen aprendiendo y enseñándo…
Papichu-Mamichu